El rapé, un polvo hecho a partir de plantas milenarias provenientes del amazonas cuyo componente esencial es el tabaco, es una medicina física y espiritual que ayuda a limpiar la glándula pineal, una parte del cuerpo que conecta al ser humano directamente con la energía.
Se usa terapéuticamente en traumas, miedos, soledad problemas de salud y energía
Historia
El origen del rapé está en las culturas precolombinas de América y al mismo tiempo, pero sin conocimiento compartido, en diferentes regiones del continente se consumía el tabaco en sus diferentes versiones, entre ellas se esnifaba. Los pueblos originarios de Brasil fueron de los primeros de los que se tenga registro en comenzar a consumir rapé. Para su elaboración, colocaban las hojas secas de tabaco en un mortero y lo molían para luego inhalarlo.
Rapé se ha usado desde que se descubrió el tabaco, que fue hace unos 5000 años. Los indígenas del continente americano fueron los primeros en inhalar, masticar y beber la planta.
Hace unos 500 años, cuando Colón regresó a Europa de su expedición a America, los europeos se encontraron por primera vez con el tabaco y, por lo tanto, con el Rapé. El monje franciscano Fray Ramón Pané, que regresó con Colón en 1493, fue quien trajo Rapé a Europa. El informe europeo más antiguo sobre el uso de este producto data de 1723. En ese momento, la forma en que los Incas usaban el Rapé para tratar varios tipos de enfermedades respiratorias y para "purificar" la cabeza se describió en papel. También se describió cómo los Incas usaron la sustancia para muchas ceremonias diferentes. El Rapé fue utilizado para hacer viajes interiores y evocar visiones. Se consideró un medicamento que podría eliminar las malas energías. Sin embargo, también se utilizó en un contexto social y recreativo, al igual que tomamos café hoy en día.
Tras la conquista de América, junto con los esclavos, el oro y las materias primas, empezaron a cargarse los barcos con semillas de Tabaco. Se calcula que las primeras llegaron a mediados del año 1500 y fueron sembradas en Toledo, España. Este dato tiene sentido si se tiene en cuenta que la mayoría de los barcos que llegaban a las costas americanas eran españoles o portugueses. Para 1561 el embajador Francés en Lisboa, Jean Nicot, decidió enviarle rapé a Catalina de Médici, la esposa del rey Enrique II de Francia. Si el apellido de Jean te llamó la atención por el parecido con el alcaloide nicotina, estás en lo correcto. A este señor le debemos su nombre.
Catalina recibió el rapé con la instrucción de suministrárselo a su hijo como remedio para sus migrañas. Al inhalar el tabaco el acto reflejo del cuerpo es estornudar y se le atribuía en la época a ese estornudo el poder de limpiar el cuerpo. El tabaco en ese entonces se consideraba un bien de lujo, y el rapé, como otra manera de consumo, siguió ese camino. Muchos intentaron oponerse a la práctica. Entre ellos estuvieron el papa Urbano III y el el Zar Miguel I, pero no lograron llegar muy lejos. Para el siglo XVIII el rapé ya era una moda establecida entre la aristocracia europea. Durante sus siglos de grandeza y popularidad llegaron a consumirlo gigantes históricos como Napoleón, Kant y Benedicto XIII.
Rapé ha sido recientemente introducido en la vida nocturna holandesa. Hace un par de años, se desarrolló una nueva escena, de personas que quieren vivir de una manera más pura, saludable y consciente, mientras disfrutan de la vida. Para ellos, cosas como el cacao crudo, hojas de coca en polvo y Rapé son alternativas saludables a las drogas duras, lo que aumenta la popularidad del Rapé en esta 'comunidad de la salud'.